El pasado lunes 1 de septiembre Athletic, Al-Nassr y Aymeric Laporte cerraron un acuerdo para el regreso del jugador a Bilbao, pero la operación ha quedado bloqueada en el sistema electrónico de transferencias – TMS – de la FIFA. El club anunció oficialmente que la Federación Internacional había rechazado inicialmente la petición de la RFEF para obtener el Certificado de Transferencia Internacional (CTI), por lo que, “de momento”, Laporte no puede incorporarse. El propio comunicado del Athletic relata los hechos, las fechas en las que se actuó en el TMS y la negativa comunicada por la RFEF.
Según distintos medios, el problema ha sido que la documentación desde Al-Nassr no llegó completa y/o llegó fuera del plazo que marca el cierre del periodo de inscripción, de modo que el TMS activó una “excepción de validación” y no generó el CTI. El Athletic y la RFEF iniciaron el trámite dentro del periodo, pero parece que la clave fue la demora o la falta de documentos por parte del club de origen.

De esta forma, y tal como reza el comunicado del equipo español, la RFEF solicitó a FIFA la anulación de la excepción el 2 de septiembre, es decir, que dejase continuar la tramitación pese a que el TMS había bloqueado el expediente por un motivo de validación (por ejemplo, petición de CTI fuera de plazo o documentos remitidos tarde). La Guía internacional de FIFA sobre transferencias explica que esa anulación es posible, pero se concede solo en circunstancias excepcionales y a criterio de FIFA; normalmente se valora si el club destino subió y validó su parte antes del cierre y si la demora fue debida a razones ajenas a él.

En la práctica, esto significaba que la mejor (y realmente la única) opción era que Athletic y la RFEF aportasen pruebas técnicas incontestables: pantallazos del TMS, comunicaciones con Al-Nassr, y todo rastro que demuestre que la parte española cumplió sus obligaciones dentro del plazo y que el retraso fue imputable exclusivamente al club o federación de origen (Arabia Saudí). Pero, hoy, día 3 de septiembre la FIFA no consideró esas pruebas convincentes, por lo que la emisión del CTI fue denegada. Una decisión discrecional.
¿Y qué puede hacer el Athletic ahora?
La alternativa jurídica es recurrir ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS/CAS) y, simultáneamente, pedir una medida cautelar que permita la inscripción provisional mientras se decide el fondo del asunto. El TAS ha conocido casos similares y las medidas cautelares se conceden solo en supuestos de urgencia y con argumentos jurídicos sólidos; no son automáticas ni frecuentes. Además, recurrir implica costes, plazos y la incertidumbre de que, aun ganando el fondo, el calendario deportivo ya habrá pasado: la solución podría llegar demasiado tarde para esta ventana de mercado.
En términos realistas, la opción más probable a día de hoy es que, si FIFA mantiene su denegación y no hay medida cautelar, Laporte no podrá ser inscrito hasta la próxima ventana de invierno (enero). No obstante, los abogados del club español y del propio futbolista siguen trabajando para demostrar que el acuerdo era total y que ha existido una negligencia o dejadez por parte del Al Nassr. Pero demostrar esa falta de voluntad se ha convertido en una misión casi imposible.